
Bien es sabido que hay escritores que se valen de ciertas prácticas para conseguir que sus libros vendan más en Amazon y alcancen una mayor notoriedad. Algunas de ellas son del todo legítimas, pero hay otras que por diversos motivo pienso que un escritor debería evitar.
En esta entrada voy a analizar alguna de esas malas prácticas que terminan dañando nuestra imagen y nuestra credibilidad como escritores, sobre todo ante los lectores a quienes va destinado nuestro trabajo.
Para ello voy a utilizar un personaje ficticio al que llamaré IGOR (“AIGOR” para los amigos) que aglutina todas esas prácticas que considero no debemos realizar.
1. CREAR VARIOS PERFILES FALSOS PARA PUNTUAR NUESTRAS PROPIAS OBRAS

IGOR ha creado varios perfiles falsos (tanto de hombre como de mujer) para dar a sus propios libros la máxima puntuación en Amazon (5 estrellas) y dejar comentarios que animen a los lectores a comprarlos, comentarios del tipo “altamente original”, “magnífico libro” o “de lo mejorcito que he leído”.
Personalmente pienso que con esta práctica lo único que logras es engañarte a ti mismo creyéndote mejor de lo que en realidad eres. Lo que deberías es dejar que sean los lectores los que juzguen tu trabajo y aceptar sus opiniones y críticas, y no inventarlas tú.
Para mí no hay nada más satisfactorio que encontrar una opinión positiva (que no tiene porqué ser de 5 estrellas) en uno de mis libros de alguien a quien no conozco.
Además con esta práctica, si la obra no es tan buena como das a entender, corres el riesgo de que el lector que caiga en tu trampa se sienta engañado y te saque los colores públicamente con frases del tipo “es una tomadura de pelo” o “no me creo las calificaciones anteriores”.
2. PUBLICAR LA MISMA NOVELA CON TÍTULOS DISTINTOS Y AUTORES DISTINTOS

IGOR, en su afán de amasar dinero, utiliza una técnica revolucionaria de clonación. Todos sus libros están publicados con el seudónimo Agustín Cuenca (por inventar un nombre), pero utiliza otros dos alias para publicar alguno de ellos: Agustín Quinto y Agus Cambell. El tema es que no publica otros libros distintos (como por ejemplo hizo en su día Stephen King bajo el seudónimo Richard Bachman) sino que publica los mismos libros que publicó como Agustín Cuenca pero con otro título, otra portada y bajo otro seudónimo.
Así nos encontramos un título como “Viaje accidentado”, publicado ahora como “Viaje a Murcia” o “Viaje a Málaga”. IGOR también aprovecha para coger dos de sus obras pertenecientes a una saga, tituladas “Guerra en la huerta 1” y “Guerra en la huerta 2”, las vende en un solo título como “Guerra de melones”, pero sin advertir de ello a los lectores, que lo compran pensando que es otro libro distinto. En cuanto a la sinopsis de estas obras, IGOR cambia una palabra aquí y otra allá y mantiene la misma maquetación interior del libro, con lo que el lector no se da cuenta del engaño hasta que lo compra y comienza a leerlo.
Obviamente IGOR no cuenta con que el nuevo sistema de Amazon de “Echa un vistazo” permite leer directamente en la web las primeras páginas de un libro antes de comprarlo, pero siempre hay algún incauto que cae en su trampa.
Es una práctica que sinceramente no entiendo, salvo por el afán por ganar más dinero, y que está abocada a que al final un lector que se dé cuenta del engaño y deje un comentario del tipo “cuidado, es un seudónimo, es el mismo libro que otro que compré” o “no entiendo que esté publicado por dos autores más con títulos distintos y precios distintos”.
Sinceramente, me parece lamentable tratar de engañar de ese modo a los lectores.
3. PACTAR COMENTARIOS CON OTROS ESCRITORES/LECTORES

Esto en principio no tiene porqué calificarse de mala práctica. Todos los escritores tenemos amigos y familiares dispuestos a echarnos una mano en nuestra carrera calificando nuestros libros positivamente. Incluso hemos hablado con otros escritores para puntuar nuestros respectivos libros. Luego ya es cosa de cada uno ser sincero a la hora de valorar la obra o puntuarla por encima de lo que se merece por echarle una mano o esperando recibir lo mismo a cambio. Es algo que no voy a juzgar ni me voy a meter a valorar.
Bien diferente es lo que hace nuestro querido IGOR. El protagonista de nuestra historia necesita que sus libros tengan el mayor número posible de calificaciones 5 estrellas en Amazon, así que trata de conseguirlas ofreciendo a otros escritores puntuar sus obras con el máximo a cambio de recibir lo mismo. No obstante, para IGOR eso no es bastante, así que llega al punto de enviarles él mismo el comentario que deben insertar en su libro. Como contrapartida, aquel que se niega a entrar en su juego puede ver de pronto una calificación negativa en alguno de sus libros a modo de venganza o de coacción.
Esta práctica de compraventa de calificaciones que realiza IGOR me parece lamentable, la verdad. Puedes inundar tus libros de decenas de comentarios 5 estrellas “comprados”, pero en el fondo sabes que te estás engañando a ti mismo. Incluso puedes engañar a los lectores que se dejen llevar por las buenas puntuaciones, hasta que alguno de ellos deje un comentario negativo al respecto sacando a la luz el engaño y echando por tierra tu plan de enriquecerte: “no me cuadran las calificaciones, parece escrito por un niño de primaria”.
Mi consejo para gente como IGOR es: ¿quieres tener calificaciones de cinco estrellas? ¡Pues currátelo!
Escribe bien, desarrolla buenas tramas, sorprende al lector con tus historias, maqueta tu libro de forma correcta, diseña o compra una portada original y redacta una buena sinopsis que tenga gancho.
Y luego deja que sea el lector el que juzgue tu trabajo. Ellos serán los que te pongan en el lugar que te corresponde.
4. RECHAZAR Y NO SABER ENCAJAR CRÍTICAS Y CORRECCIONES

Recuerdo que hace un par de años me llegó un correo de un lector (y a la postre también escritor) al que le gustó Mundo sin futuro y que me enviaba algunas correcciones y consejos. Lejos de herir mi ego, le agradecí el tiempo que se había tomado en enviarme el mensaje y entablé con él una serie de diálogos que finalmente nos han llevado a convertirnos en muy buenos amigos.
IGOR es una persona que no acepta las críticas ni las agradece. Cree que es un gran escritor, que no necesita mejorar su escritura ni otros aspectos que rodean el mundo editorial. Es más, le ofende que alguien se atreva a darle consejos o saque fallos en sus libros.
De pocos escritores se puede decir que son muy buenos cuando empiezan su carrera. Esto es así. Yo mismo soy consciente de que debo aprender día a día y mejorar con cada novela. Puedo tener muy buenas ideas en la cabeza, pero llevarlas al papel y conseguir que atrapen al lector lleva un proceso, para unos más largo que para otros.
Dean Wesley Smith dice que todo lo que escribió antes de llegar al millón de palabras era basura. Yo no diría tanto, pero si me doy cuenta de que me queda mucho por aprender y mucho que mejorar para considerarme un buen escritor. Y el único truco para conseguirlo es escribir.
Pero no sólo se mejora escribiendo. Hay que leer a otros autores y escuchar los consejos y críticas que nos lleguen de otros escritores y de nuestros lectores. A fin de cuentas a ellos va dirigido nuestro producto y no está mal escucharles de vez en cuando. Si los engañas y desprecias como hemos visto que hace IGOR al final te darán la espalda.
5. ATACAR A OTROS ESCRITORES

El deseo de IGOR es alcanzar la fama a cualquier precio y si para ello tiene que pisar a otros escritores no dudará en hacerlo. En unas ocasiones lo hará por envidia, porque los libros de ese escritor tienen mejores calificaciones que los suyos o porque venden más, y en otras simplemente por un puro enfrentamiento personal o por una diferencia de opiniones.
Después de todo tiene las armas para hacerlo. Dispone de varios perfiles que pueden hundir las calificaciones de cualquier escritor y disuadir a muchos lectores de adquirir sus libros.
Algo similar es lo que le ha ocurrido recientemente al escritor Jaime Blanch, por poner un ejemplo, que ha sido víctima de un ataque organizado a sus libros que se han visto inundados de calificaciones de una estrella, con comentarios que desprecian su trabajo como escritor y la calidad de sus obras. Por suerte Jaime tiene una legión de seguidores, como bien reflejan sus ventas, que no se dejarán arrastrar por esas opiniones, aunque aquellos que no le conozcan quizás lo hagan.
Me duele especialmente lo que le está sucediendo a Jaime porque él es la persona de la que os hablé en el punto anterior, la persona que decidió perder parte de su tiempo para mostrarme detalles en mi libro que a mí me habían pasado desapercibidos sin pedirme nada a cambio.
Personas así no abundan en este mundillo, donde lo normal es que cada uno vayamos a lo nuestro. Jaime es de esas personas dispuestas a ayudar a otros y que además lo hace con conocimiento y con consejos muy acertados. El problema es que en algún momento de su carrera se ha cruzado con un personaje como IGOR que ahora ha decidido hundirle. Sé que no lo va a lograr y auguro una excelente carrera literaria a Jaime, pero me duele verle pasar por una situación así porque no se lo merece.
Por desgracia ninguno estamos libres, ni como escritores ni como lectores, de encontrarnos a alguien como IGOR en nuestro camino. Lo importante es descubrir a tiempo sus malas prácticas y no entrar en su juego. Y por supuesto, no cometerlas nosotros, porque si algo tengo claro es que a gente como IGOR la vida termina poniéndoles en el lugar que les corresponde.
