
No puedo negar que Cuerpo de Asalto es la niña de mis ojos, la novela a la que más cariño le tengo. ¿Por qué motivo? Fue la primera que terminé y en la que más he reflejado mis experiencias personales.
CÓMO NACIÓ LA IDEA
La idea me vino cuando estaba en la Academia General Básica de Suboficiales, cursando mi tercer año de carrera militar. En esa época cayó en mis manos un libro titulado El juego de Ender, de Orson Scott Card, que me atrapó desde la primera página. De algún modo, mi mente asoció esa novela con otra que había leído en varias ocasiones desde niño, Tropas del espacio, de Robert A. Heinlein, y comencé a imaginarme una historia de amor que transcurría en una ambientación similar.

DESARROLLO DE LA NOVELA
Comencé a escribir la novela plasmando en ella los conocimientos que había adquirido en mis tres años de Academia, pero también reflejando situaciones y sentimientos que había vivido en mis propias carnes. Yo, al igual que Tommy, también soñaba de niño con ser el héroe que salvaba a una bella e indefensa joven del peligro y sufrí la misma soledad que él en mi primer día en la Academia Militar. Incluso viví algunas situaciones similares, como cuando me despedía tras cada permiso de la que entonces era mi novia (ahora mi mujer) y me pedía que la llevase conmigo, aunque fuese escondida dentro del petate.
Desarrollar la novela fue un proceso complicado, ya que únicamente me sentaba a escribir cuando tenía vacaciones, principalmente en verano. Para mí era un simple pasatiempo que no me tomaba demasiado en serio, escribiendo en cada ocasión unas pocas escenas o algún capítulo, en el mejor de los casos. Cada vez que la retomaba tenía que leer lo que había escrito hasta el momento, por lo que la productividad era muy baja.
A pesar de ello y animado por la compra de mi primer ordenador, continué avanzando en la trama y un buen día, diez años después de escribir la primera palabra, pude escribir en mi manuscrito el ansiado «FIN». En mis manos tenía mi primera novela, a la que decidí titular Galaxia Patria.

¿Cuál fue mi reacción entonces? Guardarla en un cajón, del que la sacaba de vez en cuando para releerla y corregir posibles fallos. La consideraba algo mío, escrito únicamente para mí. Nunca se me pasó por la cabeza enseñársela a nadie… hasta que conocí a Gonzalo.
Gonzalo era entonces un ávido lector adolescente que devoraba un libro tras otro, sobre todo de fantasía y ciencia ficción. No recuerdo qué fue lo que me empujó a dar el paso, pero me atreví a contarle que había escrito una novela e incluso le ofrecí leerla. Son esas pequeñas cosas que te cambian la vida, porque cuando recibí sus comentarios descubrí que había alguien más al que le gustaba lo que yo escribía. Todavía recuerdo sus emocionadas palabras al terminar la última página: «Es lo mejor que he leído en mi vida».
Manteniendo los pies en el suelo y consciente de que me quedaba mucho por aprender, sus elogios hicieron que me diese cuenta de que quizás no escribía tan mal, después de todo, y me plantease por primera vez dedicarme más en serio a la escritura. No obstante, tuvieron que pasar varios años hasta Galaxia Patria vio la luz.
LA VERSIÓN FINAL
Cuando me trasladé a León decidí que era la hora de aventurarme en el mundo de la escritura, aunque quise hacerlo desde cero, escribiendo una novela completamente nueva. Estaba muy orgulloso de Galaxia Patria, pero era consciente de sus defectos y de que la historia merecía que yo me convirtiese en mejor escritor. Esa novela fue Mundo sin futuro y hasta que no escribí su continuación, Centauri, un nuevo futuro, no decidí retomar Galaxia Patria para darle un lavado de cara.
Se me había ocurrido una nueva ambientación para la novela, al estilo del mundo de la Grecia clásica, así que me puse a revisar la novela desde el principio. No contaba con que mi modo de escribir hubiese evolucionado tanto ni que mi cabeza me pidiese reescribir la novela casi por completo. Fue lo que hice, dejando apenas unos pocos párrafos de la versión original y reescribiendo la práctica totalidad de los diálogos. Sí conservé la línea argumental, pero añadí nuevas escenas, como la visión del conflicto desde el punto de vista de uno de los antianos o la explicación del motivo por el que los humanos abandonaban la Tierra.
El título, que con el cambio del nombre de los planetas por dioses griegos tendría que haber sido Galaxia Hermes, pasó a ser Cuerpo de Asalto, más acertado desde mi punto de vista, ya que es el nombre de la unidad militar en torno a la cual gira la vida del protagonista.
ÚLTIMOS CAMBIOS
A fecha de hoy, tras dos años y medio desde su publicación, Cuerpo de Asalto tiene una nueva portada, la cuarta en realidad, después de ir desechando diseños anteriores. De ella, lo que más destaca es la nave que diseñé utilizando un programa de dibujo 3D



De todas formas, no descarto cambiarla en un futuro si encuentro una imagen que me convenza.
FUTURO
¿Habrá una segunda parte de Cuerpo de Asalto? Es algo que me han preguntado en más de una ocasión y para la que no tengo una respuesta definitiva. Lo cierto es que la novela ha quedado bastante cerrada, pero soy el primero al que le gustaría combatir junto a los Toros de nuevo. ¿A quién no?
Lo más probable es que sean los lectores los que tengan la última palabra y sean sus comentarios los que me empujen o no a ponerme de nuevo el traje de combate.
De ser así, seréis los primeros en saberlo.

La carátula de galaxia patria está plagiada de WingCommander Armada?
No está plagiada porque nunca se utilizó con fines comerciales. Esa portada pertenece a la versión impresa y personal que permaneció muchos años en el cajón de mi mesa. El día que saqué a la venta la novela fue con otra portada sin derechos de autor, la de fondo rojo.
Pero sí, esa imagen que comentas pertenece al juego Wing Commander.